TERAPIA
Para mí la terapia constituye un espacio y una relación única al servicio de la necesidad, el proceso y la singularidad de cada persona.
¿Cuándo iniciar un proceso de terapia psicológica?
A veces nos lleva a terapia una crisis, una relación atascada o dañina (de pareja, familiar, laboral…), un diagnóstico, una forma de funcionar que ya no funciona, una dificultad concreta como un problema sexual o la ansiedad en el trabajo, un área de nuestra vida que nos genera sufrimiento, la necesidad de cambio, un duelo, un asunto no integrado de nuestra historia, una angustia inespecífica o el deseo de conocerse y ser más consciente sobre la propia vida, entre otras. Los motivos son tan diversos como diversas somos, de manera que no hay más que sentir la necesidad para poder establecer una demanda de terapia. Este será el primer (y uno de los más importantes) pasos del proceso terapéutico.
¿Para qué iniciar terapia?
Estas vivencias u otras pueden ser la puerta a un proceso que se desarrolla en la terapia de hacerse responsable de sí, ser más libre y consciente, establecer relaciones más sanas consigo y con las y los demás, cambiar lo que dañe y potenciar lo saludable y que haga crecer.
“La pregunta clave da lugar a la germinación de la conciencia. La pregunta debidamente formulada siempre emana de una curiosidad esencial acerca de lo que hay detrás. Las preguntas son las llaves que permiten abrir las puertas secretas de la psique.”
– Clarissa Pinkola Estés
¿Qué hace la terapeuta?
La terapeuta se dispone, en cada sesión, a acoger a la persona en el preciso momento en el que esté de su proceso. Para ello escucha sin juicio y contiene, señala, refleja, indaga, abre campos de exploración, apoya lo que hace crecer, legitima y favorece la integración de emociones y experiencias, pone en contexto la vivencia personal, ayuda a que sea expresado lo que necesita expresarse, respeta los tiempos y resistencias de la persona y acompaña, a veces al lado y a veces detrás, a la persona en su búsqueda.
A mí, en mi dedicación como terapeuta me mueve la confianza en la sabiduría de cada ser, una profunda elección por la libertad, y la fascinación por la singularidad de cada sujeto y cada vida.
Enfoque y herramientas
Para el desarrollo de mi trabajo me baso en principio en el enfoque de la Terapia Gestalt y en la mirada y las herramientas sobre muchos elementos consustanciales a la terapia que trae el Feminismo, válidos para mujeres, hombres y otres. Además de en la palabra y la escucha, también me apoyo en función de las necesidades en la técnica de la Integración del Ciclo Vital ICV y otras técnicas corporales y expresivas. Todo esto es ampliado en la medida que sea necesario a otros enfoques o herramientas en función de las necesidades de la persona.
La forma de trabajo se establece a través de sesiones semanales de una duración de 50 minutos.
"Lo que necesitábamos, parecía ser, era crear una práctica de la psicología que fuese más bien una práctica de la relación."
– Carol Gilligan